Si cuentas ya con seguro de gastos médicos mayores y póliza de seguro de auto, el siguiente paso es proteger tus bienes raíces. Hay buena cantidad de riesgos que pueden destruir tu patrimonio, tu más grande inversión. Por eso, es importante tener un seguro de hogar.
Por lo menos, 6 peligros acechan en tu hogar: incendios, fallas en las instalaciones eléctricas, problemas con la calefacción, los peligros propios de la cocina, el mal uso de productos de limpieza y, por supuesto, una serie de desastres naturales sobre los que no tenemos control.
Algo tan común como cargar un celular puede (si se deja conectado después de haber retirado el smartphone) ocasionar un incendio. Es peor aún si dormimos con el celular cargando cerca de la cama porque, además de un posible daño estructural, ponemos en riesgo nuestra vida.
Es más costoso reparar tu casa en caso de accidente que contratar un seguro | Foto: Unsplash
¿Por qué adquirir un seguro de casa?
Según el portal Propiedades.com, en caso de un accidente, la pérdida económica que puede tener alguien cuya casa y pertenencias estén valuadas en 1.5 millones de pesos y no estén aseguradas, asciende a entre 700 mil y 800 mil pesos en promedio.
Por otro lado, un seguro para el hogar cuesta entre 2 mil y 10 mil pesos anuales. Según la Comisión Nacional para los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), puedes conseguir una prima anual total desde 3 mil 900 pesos con un inmueble de 1.5 millones de pesos.
Hay dos modalidades para adquirir un seguro de vivienda: la contratación directa con un asesor, a través de internet o el banco y la contratación mediante un crédito hipotecario (que, por cierto, puedes deducir en el SAT). Toma en cuenta que el costo final de tu seguro dependerá de la ubicación y condiciones del inmueble.
El costo del seguro depende de las condiciones de tu vivienda | Foto: Unsplash
Lo que debes saber antes de firmar la póliza
- Cobertura básica. Suele ampararte solo en caso de incendios, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
- Cobertura multirriesgo. Suele cubrir robo, fenómenos hidrometeorológicos, inundaciones, terremotos y erupciones volcánicas, protección contra daños ocasionados por terceros, daños eléctricos e indemnizaciones por situaciones comunes en vivienda, desde pérdida de llaves hasta sustitución de cristales.
- Protección para tu patrimonio y para tu familia. Considera que hay seguros que amparan tu vivienda y tus bienes y algunos que cubren gastos médicos por asalto, responsabilidad civil por accidentes provocados por tu familia o tus mascotas e, incluso, gastos funerarios.
- Condiciones generales. Debes saber que, como siempre, debes leer las ‘letras chiquitas’ de este tipo de contratos, debes saber a qué se da protección y bajo qué circunstancias no estás amparado. Además, pregunta por las condiciones y tiempo de respuesta de la aseguradora.
- A tu medida. Pregunta a tu agente de seguros cómo es que puedes personalizar tu póliza, por ejemplo, si vives en una zona sísmica, la prioridad será estar cubierto en caso de terremotos. Además, por supuesto, la inversión debe ajustarse a tu presupuesto.
No te arrepentirás de hacer esta inversión | Foto: Unsplash
Si ya te decidiste por contratar un seguro de vivienda, revisa todas las cláusulas, sé muy claro con la ubicación y condiciones del inmueble, documenta todas tus pertenencias (con fotografías y recibos o facturas) y guarda una copia de tu póliza en casa de algún familiar, así tu respaldo estará a salvo.
¿Lista para proteger tu hogar y todo tu patrimonio?
Con información de Propiedades.com y El Financiero.
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