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Así debo prepararme para la reapertura de mi ciudad

Conforme más nos acercamos a la “nueva normalidad”, la idea de salir y dar por...

Loretta Chantiri

Así-debo-prepararme-para-la-reapertura-de-mi-ciudad 09/06/20
(Foto: iStock)

Conforme más nos acercamos a la “nueva normalidad”, la idea de salir y dar por concluido el confinamiento está mucho más presente en la mayoría de las personas, y aunque en efecto, cada vez estamos más cerca de dicha situación, hay que prepararse para afrontar con el mayor cuidado posible la reapertura de nuestra ciudad.

Papá gobierno, empresas, franquicias y ciudadanos ya están cansados del encierro, y se nota. Nos encontramos atravesando el peor momento de la pandemia de COVID-19 en México y casi todo el planeta, y pareciera que a muchos ya les dejó de preocupar.

La muertes aumentan, los contagios se propagan con fluidez, sin embargo, nos acercamos a la reincorporación de la vida social en tan solo algunos sectores pero de los cuales, posiblemente ya se incluyan restaurantes y centros comerciales, por ejemplo. Todo dependerá también del Semáforo Epidemiológico.

A esto, es importante tener un plan y una serie de reglas o consideraciones si es que queremos permanecer completamente sanos y libres de peligro. Algunas de ellas son evitar el contacto cercano y los espacios confinados, tener en cuenta que el riesgo depende de la cantidad de gente en un lugar, y muy importante, conservar la capacidad de elección.

Recuerda que la parte “fácil” fue encerrarnos, reiniciar será lo más difícil ya que no tenemos una plantilla o un manual. No podemos simplemente decir que seguiremos tal número de reglas y que todo estarán bien porque además, puede que tú y tu familia las cumplan, pero no podemos esperar a que todo México se acople a la normas de sanidad y nuevas estructuras sociales.

No obstante, incluso ante la ausencia de reglas y guías, existe un enfoque bastante general y científico que puede reducir la propagación del virus a medida que el pías y la gente a tu alrededor avanza poco a poco hacia la “nueva normalidad”. Recuerda por lo menos tomar estas tres precauciones: evitar el contacto, los espacios confinados y las grandes cantidades de gente, y toma decisiones realistas.

 Así-debo-prepararme-para-la-reapertura-de-mi-ciudad 09/06/20

(Foto: Kevin Lamarque / Reuters)

Contacto

No te sientas aún con confianza de saludar de mano, mucho menos de beso, conserva la sana distancia, y si te vas a aventurar a tener un contacto mucho mayor con alguien ya sea para cortarte el cabello o similar, nunca dudes en seguir ocupando el equipo de protección: cubrebocas, careta, gel antibacterial.

En espacios públicos conserva la distancia recomendada, en restaurantes asegúrate que se cumpla el distanciamiento entre mesas que por ahora sigue siendo mejor pedir para llevar, recoger en ventanilla o pedir a domicilio. No asistas a bares, mucho menos clubes nocturnos aunque su apertura este programada hasta septiembre, tu evítalos lo más que puedas.

No te amotines, no hagas filas innecesarias, si debes ocupar el transporte público mide bien tu tiempo y sal con mucha antelación, esto con el objetivo de esperar un camión o vagón más vacío, o en su defecto, abandonar en el que te encuentras si notas que se ha llenado demasiado y eso te genera inseguridad.

Espacios cerrados

Si no hay necesidad de salir, hay que permanecer los más que podamos en casa. Esto apenas inicia y lo mejor es cuidarse, pero, si se busca salir a como dé lugar, evita al máximo espacios cerrados, con poca ventilación o aire reciclado.

El virus se propaga con mucha facilidad en espacios techados, así sean enormes como los centros comerciales de hoy en día, el riesgo se mantiene y este aumenta conforme más gente haya en dicho recinto. Se recomienda mejor dar pequeños paseos y buscar actividades al aire libre. Está científicamente comprobado, y creo que es bastante obvio, que el virus se diluye con el flujo de aire natural.

No está de más recalcar el riesgo del transporte público, así que ocuparlo solo cuando sea realmente indispensable será lo mejor.

Cantidad de gente

Los grupos numerosos son bastante riesgosos, sin importar dónde estén reunidos, interiores e incluso exteriores. Las multitudes representan más gente, más contactos y más fuentes potenciales de infección. Recordemos que todos, incluido uno mismo, es sospechoso de cargar con el virus así que por nuestro bien y el de los demás evitar multitudes es la solución para no echar todo a perder. Lo más importante es prevenir la infección que es en sí una cuestión de simples números.

Capacidad de elección

Al final cada persona será capaz y responsable de elegir a dónde va, con quien se junta, el nivel de riesgo con el que se sienta cómodo o esté dispuesto a soportar tomando en cuenta su propia edad y estado de salud, circunstancias de vida y lo mucho o poco que busque procurar la salud de su familia.

Por ejemplo, personas mayores de 65 años, o personas inmunocomprometidas, con enfermedades crónicas de pulmón o riñón o afecciones cardiacas o aquellos con obesidad mórbida deberán tener el doble de cuidado que los adultos jóvenes y saludables y niños quienes tendrán la responsabilidad de proteger a las personas a su alrededor; familiares, amigos, compañeros de trabajo y cualquiera que sea vulnerable debido a enfermedades crónicas u otras circunstancias de vida.

El regresar a la vida social como la conocíamos será un proceso de mucha paciencia, dependerá de todas y todos el progreso, de cuánto estamos dispuestas o dispuestos a seguir aguantando en casa y con las medidas de sanidad. Todo sea por el bien del porvenir.

Escrito por
Loretta Chantiri