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Cómo distinguir el queso real de los “plastiquesos” a la hora de hacer el super

Los ahora llamados “plastiquesos” ya son todo un tema de controversia pues un país tan...

Loretta Chantiri

plastiquesos queso
(Foto: Pixabay)

Los ahora llamados “plastiquesos” ya son todo un tema de controversia pues un país tan quesero como el nuestro hace que la noticia respecto al queso que es real o no, se convierta en una verdadera angustia para muchos consumidores de este producto a la hora de hacer las compras en el supermercado.

Además, en México se producen alrededor de 40 tipos de queso, siendo algunos de ellos originarios de nuestro país, tales como el Cotija, Chihuahua o el Oaxaca.

Sin embargo nuestro amor y gusto por este producto lácteo se puede ver afectado por la desinformación y la gran cantidad de marcas que resultan vender quesos que no lo son.

Georgina Yescas, cofundadora de Lactography, una tienda especializada en la venta y promoción del queso artesanal mexicano, explica lo siguiente:

“El reto de la industria de queso artesanal en México comienza con los precios que hay en el mercado. Algunos cuestan 50 pesos el kilo y esto resulta absurdo si nos ponemos a pensar en que el valor de la leche de vaca —la más barata— ronda  los seis pesos. Así es que si compras un queso a ese precio y tomas en cuenta que se necesitan 10 litros de leche para elaborar tan solo un kilo de queso, el precio debería ser de 60 pesos, sin contar todos los costos que se le suman. Entonces, al adquirir un importe por debajo de este valor, muy probablemente estás comprando un queso análogo o plastiqueso”.

Para quien no conocía el término, los quesos análogos son aquellos que pretenden imitar a los quesos reales pero a diferencia de los que si lo son, estos están compuesto por tres ingredientes que son leche, cuajo y sal. Además de llevar proteínas, grasas vegetales, almidón, colorantes, saborizantes, estabilizadores y conservadores.

Por su parte la maestra quesera o cheesemonger de Lactography, Jessica Fernández, comenta que otra buena forma de identificar si el queso es real o es análogo es a través del etiquetado donde si llegas a leer palabras como aglutinantes, homogenizantes, gomas, etcétera, querrá decir que tienes delante de ti un “plastiqueso”.

De igual manera puedes identificar la autenticidad de un queso a través de su olor, sabor, apariencia y textura tanto al tacto como al masticarlo.

“El problema es que ya no sabemos a qué sabe el real. Si al comerlo te sabe dulce, similar a la leche en polvo; o si luce muy brillante, especialmente cuando pierde temperatura es falso. En cuestión de aromas, le falta olor. El queso tiene características muy específicas de aroma dependiendo de su lugar de origen. Por ejemplo, el queso doble crema de Chiapas, huele a piña, manzana verde, plátano… y el aroma del queso plástico es similar al de la margarina”, añade Jessica Fernández.

¿Son peligrosos los “plastiquesos” para mi consumo y el de mi familia?

Al no estar compuesto por los ingredientes que hacen al queso lo que es, pierden todo su valor nutritivo y funcional. Por otra parte, los ingredientes de los quesos análogos pueden generar ciertas consecuencias para la salud si se consumen en exceso; el mismo riesgo que representan los alimentos ultraprocesados.

“El tema es que no se ha regulado a la industria que hace quesos de imitación y no hay una norma que les indique hasta qué punto son seguros en su elaboración. Son altos en grasas saturadas, sodio, glutamato monosódico… componentes  con un nulo aporte nutrimental”, señala Georgina Yescas.

Lo que también es verdad es que si podemos conseguir quesos reales en los supermercados, de la misma forma que lo haríamos en queserías o tiendas artesanales. Es necesario ahora más que nunca reforzar la “cultura” de leer los etiquetados.

¿Ya sabías de los “plastiquesos”? ¿Haz tenido alguna mala experiencia con este tipo de productos?

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Escrito por
Loretta Chantiri