De entrada, pensar en un viaje al espacio es ya bastante impresionante y definitivamente una buena noticia; lo es aún más cuando se trata de una situación completamente fuera de serie, poco probable y hasta imposible. Así pasó con el astronauta Ken Mattingly, quien hace varias décadas se embarcó en la misión del Apollo 16.
Este hombre cuenta con un grado en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Auburn; nació el 17 de marzo de 1936 y 30 años después se enlistó a la escuela Air Force Aerospace Research Pilot School, donde fue seleccionado como astronauta.
En ese momento no imaginó que años más tarde se enfrentaría a dos de los retos más grandes de su vida; el 16 de abril de 1972 despegó un cohete acompañado de otros colegas tripulantes para emprender la misión Apollo 16 y posteriormente, se convirtió en el primer hombre en recuperar un objeto perdido en el espacio: su anillo de matrimonio.
Un astronauta necesita de recuerdos que lo lleven de vuelta a la Tierra | Fuente: @Pexels
Definitivamente, una experiencia como viajar al espacio necesita de al menos un elemento que mantenga a las personas con los pies en la tierra, pero este astronauta casi pierde la sortija de matrimonio que intercambió con su pareja cuando se casaron.
Esto fue lo que ocurrió con el anillo de matrimonio que casi se queda en el espacio
La conmovedora historia de este hombre forma parte del anecdotario de cosas curiosas que los hombres que viajan al espacio experimentan. Al lado de John Young y Charles Duke, Mattingly vivió una situación que casi le rompe el corazón cuando iba en camino al alunizaje.
De acuerdo con lo que el astronauta contó, el hombre llevó a cabo su rutina común de higiene cuando dentro de la nave espacial se perdió su anillo de matrimonio; por más que lo buscó, fue casi imposible localizar el pequeño aro de metal.
La gravedad ocasionó que la sortija de bodas se perdiera en el espacio | Fuente: @Pexels
Debido a la gravedad, la sortija de bodas simplemente se fue por la puerta de la cápsula sin que el hombre pudiera alcanzar el recuerdo del día que unió su vida a la de su pareja. Lo que llamó la atención sobre el hecho es que el hombre pasó gran parte del viaje espacial buscando el anillo; derrotado, después de varios días decidió darse por vencido.
Un enlace inesperado con la sortija de bodas
Incluso cuando los astronautas llegaron a la superficie lunar se dedicaron a seguir buscando por todos lados el anillo que se perdió debido a la falta de gravedad. En los últimos días de la expedición sucedió algo casi imposible y casi inexplicable.
Justo antes de emprender el viaje a la Tierra, cuando el astronauta se preparaba para entrar a la cápsula, en uno de los saltos un objeto golpeó el casco de Charlie Duke y para sorpresa de Ken Mattingly, era su anillo de bodas. Literalmente fue un golpe de suerte.
Sin duda una experiencia fuera de serie | Fuente: @Pexels
«Tú planeas y planeas y planeas, pero siempre aparece algo inesperado y te sorprende», dijo Charlie Duke cuando regresaron de la misión del Apollo 16.
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