Una historia de amor enterneció al mundo entero en estas vísperas de Navidad, y es que un papá soltero adoptó a una bebé con síndrome de Down que había sido abandonada en un hospital y rechazada por 20 familias distintas debido a su condición.
Luca Trapanese fue el increíble ser humano que, teniendo en mente que todos los niños necesitan amor y de un hogar cálido, decidió adoptar a Alba, una hermosa recién nacida que se encontraba en un hospital de Italia tras ser abandonada por su madre.
En una entrevista para el programa Good Morning America, el papá soltero lamentó que las personas a su alrededor se refirieran al síndrome de Down como una “enfermedad terrible”, cuando en realidad es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra en el ADN.
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«Alguien me preguntó una vez: ‘Si tuvieras una varita mágica, ¿la usarías para curarla?’, como si ella sufriera de alguna terrible enfermedad, pero en realidad, el síndrome de Down no se trata de una afección sino de una forma de ser. Yo les respondo con un rotundo ‘no’ porque ‘así ella ya no sería más Alba’. Ella es perfecta tal como es así que es necesario que eduquemos hoy a las personas haciéndoles entender que Alba y la gente como ella necesitan ser consideradas como personas iguales a las demás” aseguró el italiano.
Luca Trapanese explicó que, en Italia, las leyes hacen casi imposible la adopción de bebés para padres solteros, aunque en su caso con Alba, parecieran haber hecho una excepción porque la niña presentaba “un tipo de discapacidad”. Sin embargo, el valiente papá soltero aseguró que adoptar a su pequeña no fue una “segunda opción”.
“Recibí a Alba cuando tenía apenas 30 días de nacida y fue algo extraordinario en Italia que un hombre gay soltero se le permitiera acoger a una bebé de un mes de vida. (…) Si hubiera podido acceder al registro de adopción como cualquier otra pareja heterosexual, hubiera escogido a un niño con necesidades especiales de todas maneras. Estuve tranquilo y consciente de mi decisión”.
Hoy en día, Alba es una niña feliz y amada, mientras Luca, continúa intentando mostrar al mundo cómo amar y aceptar a las personas con alguna discapacidad, que quienes viven con síndrome de Down son personas como cualquier otra que pueden llevar una vida completamente funcional y sobre todo, la importancia de dejar de ver en estas personas un problema.
“Vivimos en una sociedad que nos enseñar a ser bellos, perfectos, los primeros, los mejores, y cuando tienes un niño con necesidades especiales es considerado como una derrota” destacó.
Ahora, este papá soltero es todo un ejemplo a seguir para la humanidad, pues nos ha demostrado cómo dejar de lado nuestros prejuicios y anteponer el amor por la familia.
“Ella tiene una personalidad hermosa y brillante, y estoy convencido que es una de esas personas que, incluso cuando crecen, se volverá el centro de atención (…) La vida con Alba es una plena y llena de cosas hermosas”.
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