Cuando te conviertes en presa del estrés puedes perder el control y afectar la autoestima de tus hijos. Por eso es tan importante aprender a gestionar las emociones de forma responsable. Descubre cómo hablar con tu hijo cuando estás ocupada.
Y es que, aunque la prisa se ha convertido ya en un estilo de vida, es importantísimo tomar conciencia de lo que decimos y hacemos frente a los más pequeños. Los niños son como ‘esponjas’ que absorben todo lo que pasa a su alrededor (para bien o para mal).
La responsabilidad afectiva significa tener presente que todo acto tiene sus consecuencias y que gritar a tus hijos no los hará sumisos. Por el contrario, provoca problemas de conducta que, tarde o temprano, saldrán a la luz.
Merecen tu atención, pero también necesitan límites | Foto: Pexels
¿Cómo hablar con tu hijo cuando estás ocupada?
Nadie nos enseña a ser padres y no vale la pena juzgar a los nuestros por educar con “chanclazos”, eso fue lo que aprendieron. Pero ahora sabemos que es muy mala idea y, sobre todo, que tenemos otras opciones.
Así que, por más ocupada que estés, no pierdas la calma y aprende a comunicarte con tu hijo de forma asertiva:
- Haz comparaciones. Explícale a tu niño que mamá necesita espacio justo como cuando él están tomando clases. Míralo a los ojos y cuéntale qué estás haciendo y por qué es importante contar con su apoyo para tener un rato libre.
Sé empática y asertiva | Foto: Pexels
- “Te escucho”. Dale un par de minutos de tu tiempo y asegúrate de que sus necesidades básicas estén cubiertas. Muestra respeto y ponle atención. Evita a toda costa distraerlo solo con juguetes y dulces.
- Pídele apoyo. Dile qué es lo que necesitas de él. Pon una mesita al lado de tu escritorio y organícense para que haga tarea mientras tú trabajas. Ya sabes cómo hablar con tu hijo cuando estás ocupada.
- Haz promesas (y cúmplelas). Si le pides que te espere 15 minutos, cúmplelo. Así que sé realista y cuéntales cuánto tiempo requieres para completar tus tareas. De cualquier modo, no está demás que tomes breaks y se lo dediques.
Asegúrate de que todas sus necesidades estén cubiertas | Foto: Pexels
- Prepara el terreno. Antes de que empiece tu jornada laboral, junta o cualquier tipo de compromiso, explícales qué va a pasar y qué necesitas que pase. Haz acuerdos e involúcralos en la toma de decisiones.
Y si estás en medio de una videollamada y tus hijos no dejan de pelearse, te sugerimos hacerte un espacio para contener la situación y poder concentrarte como se debe en aquella reunión.
Tus hijos merecen tu atención, pero también necesitan límites, encuentra el justo medio.
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