Aunque la maternidad sea complicada, nunca dejes de cuidarte y amarte

Nadie te prepara para convertirte en madre, la maternidad puede llegar a poner tu mundo de cabeza; desde aspectos físicos, tu salud mental, estabilidad financiera -entre otros tantos cambios-. Por eso, es importante comenzar con pequeñas modificaciones ahora que eres mamá, empezando por repetir este mantra: nunca dejes de cuidarte y amarte, incluso cuando ser madre es complicado.

De acuerdo con un reciente estudio, se dio a conocer que en el primer año del bebé los padres perderán un promedio de 700 horas de sueño, entre otras tantas modificaciones que ocurren en la dinámica de pareja; por lo que quizá esta búsqueda de amor propio te parezca una hazaña casi imposible.

Sin embargo, ser madre también significa comenzar a amarte por sobre todas las cosas, porque incluso cuando tu bebé ahora es tu prioridad, también debes tomar en cuenta tus necesidades. De otra manera, ¿quién cuidará de tu pequeño si tú no lo haces de forma adecuada?

Nunca dejes de cuidarte y amarte por la simple razón de que mereces lo mejor, en la misma medida en la que buscas todo lo bueno para tu pequeño, también debes procurarte, mimarte, apapacharte y darte algunos descansos por salud mental, emocional y física.

¿Por qué las mujeres se olvidan del amor propio al ser madres?

Cuando una mujer se convierte en madre existe la falsa creencia de que ahora toda su existencia debe basarse en su hijo, cuando en realidad también debe existir tiempo para que ella se sienta plena y feliz con la persona en la que se ha convertido.

Erróneamente, muchas personas suelen inmiscuirse en el tipo de crianza que se tiene con los hijos: «los mimas demasiado», «trabajas mucho, nunca estás con ellos», «pasas mucho tiempo con ellos», «los sobreproteges», «eres una descuidada», son las frases que personas fuera de tu hogar pueden expresar con respecto a la manera en la que cuidas a tu pequeños. Pero jamás vas a tener contento a nadie.

Por ello, en esa misma búsqueda por complacer a los demás, antes que otra cosa debes poner en perspectiva tus intereses, procurar poner en perspectiva lo que deseas para ti como mujer independiente y lo que buscas como madre de familia. Jamás debes enfrentar a estos dos aspectos, por el contrario, debes procurar que se compaginen.

Si deseas estudiar otra carrera, terminar tus estudios, tomarte una hora de la noche para hacerte un pedicure o manicure, ponerte una mascarilla y escuchar tu música favorita, ducharte con la luz apagada para relajarte, tomar un curso en línea, hacer ejercicio, arreglarte, peinarte o maquillarte, todas estas acciones no deben estar peleadas con tu maternidad.

Recuerda siempre que los pequeños aprenden por imitación y qué mejor que predicar con el ejemplo para demostrarles que tienes tanto amor propio y eres capaz de buscar tu identidad y tu propio beneficio mientras que eres una gran madre, amorosa, cuidadosa, respetuosa y valiente.

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