Crianza distraída: los peligros de ver más tu celular que a tus hijos
Aunque puede ser una verdad incómoda, cada vez es más común que papá y mamá...

Aunque puede ser una verdad incómoda, cada vez es más común que papá y mamá sean parte de la vida de sus hijos, pero que no estén verdaderamente presentes. Hablemos sobre los peligros de la crianza distraída, cuando se atiende más al celular que a los niños.
La falta de empatía y la poca conexión emocional son variables que impactan negativamente en la vida de los pequeñitos que apenas están desarrollando su autoconcepto. Como padres, no podemos perder de vista que estamos formando seres humanos complejos y con todo tipo de necesidades
Un padre puede estar físicamente ausente, pero también puede vivir con sus hijos y aun así estar hiperconectado al celular y ‘criar’ huérfanos digitales, es decir, con limitaciones de apego y hasta de cariño.

Te perderás de momentos que volverán | Foto: Freepik
¿Qué es la crianza distraída y cuáles son los peligros de ver más tu celular que a tus hijos?
Se trata de un estilo de crianza en el que los padres están más pendientes del celular que de sus niños. Están revisando, casi de forma compulsiva, sus teléfonos móviles y se pierden de momentos clave en la vida de sus hijos.
Si papá le dice a su hijo “dame un minuto” o “te atiendo en un momento” y no lo cumple está generando heridas emocionales de las que, muy probablemente, no está consciente.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Child Development, los hijos de padres que pasan mucho tiempo en el celular suelen desarrollar comportamientos agresivos, rabietas, poca tolerancia a la frustración e hiperactividad.

Podrías generar heridas emocionales en tus hijos | Foto: Freepik
Pero eso no es todo, hay más consecuencias negativas de la crianza distraída:
- Te conectas al celular y te desconectas de tus hijos. Una pérdida del vínculo con tus pequeños puede distanciarlos para siempre y afectar su autoestima.
- Van a llamar tu atención a como dé lugar. Los comportamientos pueden ir subiendo de tono hasta que consigan que los veas, literal y metafóricamente.
- El tiempo no vuelve. Tus hijos estarán aprendiendo a hablar, caminar y apenas te darás cuenta, esos momentos no vuelven jamás y podrías arrepentirte.
- Pones un mal ejemplo. Cómo podrías poner limites a tus hijos y el tiempo que pasan frente a la pantalla si tú no eres capaz de gestionar tu tiempo y atención. El ejemplo lo es todo.
Tu celular puede ser un valioso aliado, pero también puede ser el enemigo e interponerse entre tú y tus hijos.
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