El miedo no es amor: Gritar a tus hijos los hará sumisos
Los tiempos han cambiado, las cosas ya no son como cuando tus padres te educaron,...
Los tiempos han cambiado, las cosas ya no son como cuando tus padres te educaron, o como cuando tus abuelos criaron a tus padres. En la actualidad, mucho se habla de la supuesta «generación de cristal» a la que «ya no se le puede decir nada», pero… ¿Sabes qué consecuencias trae el gritar a tus hijos?
Con anterioridad se creía que levantar la voz era un signo de autoridad o una forma de imponerse, sin embargo, recientes estudios han demostrado que resulta todo lo opuesto; e incluso puede ser perjudicial para el desarrollo de los pequeños.
Es momento de deshacerse de las viejas formas de educar; gritar a tus hijos puede dejar secuelas irreparables y si no nos crees, puedes hacer un ejercicio de memoria. En tus recuerdos, probablemente tendrás algún momento traumático relacionado con este tipo de regaño violento.
Gritas a tus hijos no es una manera de dar amor | Fuente: @Freepik
Es momento de deshacerte de las viejas ideas y comenzar a educar mediante la crianza positiva. Y aunque quizá pienses que dejar de levantar la voz te restará la jerarquía de madre o padre responsable, la realidad es que en este cambio de chip podrías encontrar más beneficios que aspectos negativos.
¿Qué sucede con mis pequeños cuando les grito?
“Gritar es una estrategia a corto plazo, pero si lo hacemos de forma continuada tiene un efecto en sus cerebros y en sus comportamientos similares a la violencia física”, explicó Natalia Redondo, orientadora del Instituto La Albuera de Segovia, a «El País» sobre el efecto de alzar la voz a tus hijos.
Para tener hijos más felices no basta con complacerles en todo, o por el contrario, imponer reglas estrictas. También tiene que ver con entender que cada persona tiene un proceso de desarrollo, aprendizaje y crecimiento diferente.
Hay consecuencias cuando les levantas la voz | Fuente: @Pexels
“Nuestro cerebro identifica esa situación como peligrosa y se pone en alerta. Por eso se generan diferentes sustancias en el cerebro, como cortisol, que es la hormona del estrés. Con lo cual, si solemos gritar, en el cerebro de nuestras hijas e hijos se libera una cantidad muy alta de cortisol que conlleva una desregulación emocional, activándose así un estado de alerta continuo. La consecuencia es que sientan miedo cada vez que casi les miremos, y se sientan inseguras con sus figuras de referencia”, detalló Henar Martín López, psicóloga sanitaria, al medio español.
Lo más adecuado en estos casos es demostrar a los hijos que se puede vivir y aprender a través de la resolución de conflictos, de la convivencia pacífica y de la no violencia. Y es que no solo gritar a tus hijos los hace sumisos, temerosos y asustadizos; también te darás cuenta cómo es que de forma gradual tus gritos dejan de surtir efecto.
¿Qué puedo hacer para dejar de gritarles?
- Anotar el momento del día en el que te vuelves más receptiva
- Dejar de lado los problemas personales y procurar no descargarlos en los pequeños
- Meditar o hacer alguna actividad física
- Hacer un ejercicio de introspección sobre las razones por las que estallas en ira
- Reconocer que como seres humanos somos falibles
- Cambiar tu discurso del «no» por uno de propuestas
- Convierte en juego las labores del hogar
- Consulta a un especialista en terapia infantil
Con información de Guía Infantil y Psychology Today
***
Visita nuestras redes sociales, encuéntranos en Facebook y Youtube.
