¿Por qué los niños pequeños muerden o pegan? ¡No golpees para corregir!
¿Tu hijo pega, grita o patalea cuando está con otros pequeños? Probablemente no sea la...
¿Tu hijo pega, grita o patalea cuando está con otros pequeños? Probablemente no sea la única vez y ya te han alertado en la escuela. Hoy resolvemos el misterio de ¿Por qué los niños pequeños muerden o pegan? Los golpes para corregir no son opción.
Los niños que tienen de 1 a 3 años de vida están en pleno crecimiento y aceptación del mundo. Cuando empiezan a ser toddlers, niños con etapas de inestabilidad en su desarrollo, pueden convertirse en una situación difícil de tratar.
Esta etapa es una de las más difíciles de los niños (y del ser humano) porque es cuando el niño es consciente de la capacidad de expresar lo que le gusta, siente y molesta pero a su vez no tiene un control. ¿Tu hijo está en la etapa?
Antes de actuar respira profundamente y busca entender a tu pequeño. Fuente: Pixabay
Las razones por las que tu hijo muerde o pega son naturales; no ha comprendido las reglas del mundo en el que vive, no tiene un alto desarrollo del lenguaje y tampoco tiene consciencia de la implicación de sus actos. Tu pequeño se guía más por sus emociones que por el nivel de pensamiento que está desarrollando, recuerda que no debes golpearlo para corregir porque creará traumas.
Mordidas, rasguños, patadas, empujones y golpes son parte de la forma en la que está liberando la energía producida por sus emociones. ¿Le molesta algo y te da un manotazo? Es común que a partir de sus primeros enojos e inconformidades se comporten de forma agresiva.
Cómo educar a un niño que muerde o pega
Controla y regula sus actitudes antes de que se convierta en un niño agresivo. Fuente: Pixabay
- Como padre o madre de familia deberás entender la etapa de crecimiento en la que está el niño.
- Ten paciencia y medita sobre el efecto de tus acciones.
- Busca entenderlo: ¿Qué está pasando y por qué se molestó?
- Una vez que comprendas la situación busca la manera de poner neutralidad y regular su temperamento.
- Dale la oportunidad de expresar ese enojo o frustración de manera que no lastime a nadie. Busca algunos peluches o cojines suaves con los que pueda liberar su energía sin lastimarse.
- Enséñale cómo no vas a acceder a todo lo que desea y la actitud que debe tomar.
- Nunca olvides darle de comer, medir sus horas de sueño o llevarlo al baño porque son algunas de las razones más comunes por las que quiere llamar tu atención.
- Piensa neutral. Aunque tu hijo tenga esas actitudes no significa que siempre será agresivo con todos, está un etapa de crecimiento y debes ayudarle a canalizar sus emociones.
¿Te sigue mordiendo y pegando después de aplicar estos consejos? Respira profundo y piensa en qué le puede molestar. Si no logras hallar la respuesta acude a un médico o terapia de estimulación temprana para encontrar la solución.
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