Cuando se trata de criar a los hijos en realidad se tienen muy pocas referencias que determinan cuál es la fórmula más apropiada o exitosa. Sin embargo, dentro de este espectro de decisiones hay algo en lo que debes ser tajante: por ningún motivo debes recurrir a la violencia como una forma de aleccionar a los pequeños.
Muchas generaciones fueron criadas a punta de golpes; desde nalgadas hasta jalones de orejas o pellizcos que aunque son correctivos que funcionan en el momento, pueden resultar contraproducentes para la salud mental de los niños que crecen bajo el concepto de las agresiones físicas como una forma de comunicar.
La violencia no es buena en ninguna de sus presentaciones -pues hay que recordar que los gritos también forman parte de este espectro negativo que puede repercutir en la manera en la que los menores se desarrollan-. Un acto violento, por más pequeño que sea, puede llamar a otras acciones que más tarde se pueden traducir en agresiones.
Más allá del daño físico, un golpe o una nalgada puede dejarle un trauma psicológico | Fuente: @Freepik
Un golpe puede ser efectivo en el momento para calmar o para controlar a los niños; sin embargo, es un efecto momentáneo que a largo plazo llega a tener consecuencias nocivas. Por ejemplo, de acuerdo con la asociación American Academy of Pediatrics, informaron que el castigo corporal solo crea un círculo vicioso. «Entre más golpes a los niños, peor el comportamiento a futuro», pero ese no es el único mensaje negativo.
No alecciones desde la violencia, hay otras formas de actuar mucho más saludables
De acuerdo con un estudio realizado por la Dra. Elizabeth Gershoff, la violencia solo provoca que los menores sean más inseguros, menos empáticos, poco altruistas, vean sus valores positivos disminuidos e incluso se vuelvan mucho más violentos. Al asumir que esta es la forma adecuada de comunicarse, creen que los golpes solucionan las cosas.
Hace diez años se realizó un estudio en el que encontraron que un niño que padece de violencia en casa corre más riesgo de convertirse en un adulto agresivo. Y no solo eso, las pequeñas muestras de castigo pueden continuar escalando hasta que de un pequeño pellizco o una nalgada se aumente a otro tipo de muestras violentas mucho más fuertes.
Los golpes nunca serán la respuesta en la crianza | Fuente: @Freepik
Golpear a los niños les envía el mensaje inapropiado, comienzan a pensar que los golpes son adecuados; por lo que comenzarán a golpear en clases, se mostrarán más violentos con los hermanos y llagado el tiempo, incluso podrían ser adultos que golpean a sus parejas o que se valen de los golpes para obtener lo que desean.
¿Qué hacer para evitar los golpes durante el desarrollo?
- Pon el ejemplo, esta será la clave para toda enseñanza futura
- Usa el lenguaje positiva
- Evita usar el «no» y solo hazlo presente en momentos peligrosos
- Elogia el comportamiento positivo de los menores
- Explica las razones por las que tu hijo no debe hacer algo
- Asume que los berrinches son parte del crecimiento de los hijos
- Enseña a tu pequeño a tratar como desea ser tratado
- Hazle reflexionar sobre la ira y el enojo
- Antepón la comunicación, mucho antes que cualquier acto violento
Con información de Healthy Children, Psychology Today y Guía Infantil
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