¿Sabías que los atoles son uno de los postres prehispánicos que sobreviven hasta nuestra época? En realidad, esta bebida tradicional era más bien un alimento (de hecho lo acompañaban con otras bebidas) cuyo significado variaba según su elaboración, pues podía ser para practicar rituales o tener uso medicinal para restablecer la salud; actualmente uno de los más populares es el atole de guayaba natural.
De acuerdo con el testimonio de Fray Bernardino de Sahagún plasmado en ‘Historia general de las cosas de Nueva España’, el atole era popular entre los nahuas, quienes lo vendían caliente o frío y preparado con ingredientes como tortillas trituradas, amaranto, chía con chile verde o chiltepín, semilla de calabaza, miel de maguey, etcétera.
Hoy en día, el atole de guayaba natural es el favorito de muchas familias mexicanas no sólo por su exquisito sabor sino también por los enormes beneficios que tiene para la salud, ya que esta fruta es rica en vitamina C que fortalece el sistema inmune; además ayuda a mejorar la salud del corazón gracias a su potasio y fibra, y previene la diabetes por sus propiedades hipoglucemiantes.
No creerás todo lo que la guayaba puede hacer por tu salud | Foto: Pixabay
Ingredientes:
- 2 y 1/2 tazas de guayabas naturales limpias, sin «rabito» y cortadas por la mitad
- 1/2 taza de azúcar
- 1 litro de leche de tu preferencia
- 1 ramita de canela
- 2 tazas de agua separadas
- 8 cucharadas de harina de maíz
Cómo hacer atole de guayaba natural
- En una olla o cacerola no muy grande, vierte el azúcar junto con la leche y la canela; deja cocinar a fuego medio.
- Aparte en un tazón o recipiente, agrega una taza de agua con la harina de maíz y mezcla hasta que no queden grumitos.
- Cuando la leche que tienes en la estufa esté hirviendo, añade la mezcla de harina con agua y deja nuevamente que se caliente hasta hervir por segunda vez.
- Una vez que ha hervido, baja la intensidad a fuego bajo y deja ahí durante alrededor de 8 minutos o hasta que espese pero no olvides dar vueltas con una cucharita o palita de madera de vez en cuando para que no se pegue.
- Mientras eso sucede, licúa las guayabas limpias y partidas junto con la otra taza de agua que queda y una vez que obtengas un puré suave, cuela las semillas.
- OJO, para evitar que tu atole se corte y la leche se cuaje, NUNCA agregues las guayabas hasta que la leche esté casi cocinada y espesa.
- Cuando la leche esté medianamente espesa, puedes agregar el puré de guayaba y seguir cocinando unos 10 minutos más.
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