No espero que la gente entienda, pero la verdad es que incluso cuando viajo a la playa tengo la necesidad de cubrirme con una cobija, ¿es una alerta roja para mi salud? Si tú al igual que yo eres de los que a pesar del calor duerme con una frazada, la ciencia tiene mucho qué decir al respecto.
En las últimas semanas en México se han experimentado las altas temperaturas características de la primavera, mismas que señalan que probablemente también se aproxima un verano caluroso; razón por la que muchas personas aseguran que no pueden conciliar el sueño debido a la sensación térmica.
Y es que mientras en el invierno puedes cubrirte con muchas cobijas, en la primavera solo existen pocas opciones para no sentir la cama pegada a la espalda o esa incomodidad que generan la altas temperaturas cuando cae la noche; pero ya sea el ventilador, dormir con el aire acondicionado o con ropa muy ligera puede provocarte un malestar en las vías respiratorias.
Si las altas temperaturas no te dejan dormir pero aún así te pones una frazada, esta es la razón | Fuente: @Pexels
Dentro de la higiene del sueño los expertos recomiendan procurar dormir más de 7 horas, usar una luz adecuada que no interrumpa el sueño, alejarse de las pantallas, usar ropa cómoda para descansar, ¿pero qué pasa cuando un factor como la temperatura es más complicado de controlar?
A razón de ello, quizá te parezca sumamente raro conocer gente que no puede dormir si de por medio no tiene un cobija que los cubra durante la noche, aún cuando el termómetro marca un número considerable que te provoca sudar.
No son bichos raros, dormir con una frazada pese al calor es normal
Hace un tiempo te contamos qué es lo que la psicología y la ciencia dicen sobre ti si eres de las personas que se va a dormir con calcetas; ahora te diremos qué pasa cuando no puedes dejar tu cobija pese a las altas temperaturas.
- Proporciona seguridad
Para algunas personas sentir el peso -por mínimo que sea- de algo que les cubre les da la sensación de seguridad, por eso la frazada se vuelve parte fundamental del descanso.
No eres la única, muchas personas no pueden dejar la cobija a pesar de las altas temperaturas | Fuente: @Pexels
- Es un hábito
Quizá estas personas poseen este singular gusto porque en realidad es un hábito adquirido desde la infancia; el recuerdo de la madre o el padre arropando al menor ayuda al cerebro a crear esa relación entre el descanso y la hora de dormir.
- Minimiza el estrés
Usar una cobija pese a las altas temperaturas también está ligado a la serotonina que el cerebro puede generar cuando este se siente arropado y protegido; este sencillo gesto ayudaría a reducir los niveles de nerviosismo, ansiedad y estrés.
Usar una cobija podría dar una sensación de seguridad | Fuente: @Pexels
Ahora que ya lo sabes, no critiques a las personas que al dormir -incluso en temperaturas altas- suelen ir corriendo por una mantita para taparse al caer la noche.
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