A estas alturas casi todos conocemos ya a alguien que padeció de COVID-19 y quizá lo más peculiar del asunto es que a cada persona le ha tocado experimentar diferentes síntomas. Uno de ellos es la idea de percibir malos olores en todo momento, además de que el sentido del gusto se daña por completo.
A este problema de salud se le conoce como parosmia, una condición que provoca que las personas perciban olores que pueden resultar desagradables o incluso con un aroma a podrido que los hará sentirse incómodos por mucho tiempo.
De acuerdo con el National Institute on Deafness and other Communication Disorders, la parosmia «es un cambio en la percepción normal de los olores, por ejemplo, cuando se distorsiona el olor de algo familiar, o cuando algo que normalmente le agradaba de repente se vuelve desagradable».
Las secuelas tras el coronavirus pueden ser duraderos | Fuente: @Freepik
De acuerdo con un reportaje publicado por el medio The New York Times, los médicos se han percatado de un importante aumento en los casos de este trastorno que ocurre a nivel neurológico y respiratorio.
Generalmente este problema del olfato se presenta en personas que padecen de virus, sinusitis, traumatismo craneal, quimioterapia, enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer; como explica la profesora de la Universidad de Stanford, Zara Patel.
¿Cómo se siente tener parosmia tras padecer COVID-19?
«Cuando son olores fuertes huelo igual como una fusión de acetona con quemado», comparte Elizabeth Almaraz, quien el pasado mes de marzo se contagió de coronavirus y al mes de junio aún no logra recuperar el olfato al 100%.
Casos como este siguen siendo comunes entre las personas que padecieron desde un cuadro leve a uno moderado de coronavirus; al menos el 43% de los pacientes experimentan esta distorsión en el sentido del olfato que afecta de manera importante a la forma de alimentación.
La sensación prolongada puede hacer que dejes de disfrutar la hora de la comida | Fuente: @Freepik
Posterior a la anosmia -ausencia de olfato- puede llegar la parosmia o incluso la fantosmia -que es la sensación de detectar olores cuando estos no existen o no están presentes en el lugar-.
Los olores más comunes como el jabón se convierten en desagradables, las verduras saben a químicos, oler pasto recién cortado puede ser una tortura china. Actualmente, los especialistas se están enfocando en el estudio del epitelio olfativo, conocido como el «centro neurálgico para detectar olores y enviar mensajes al cerebro».
La parosmia parece ser causada por daños a las células olfativas, lo que distorsiona y evita que mensajes clave lleguen al cerebro; se hacen malas conexiones y se envían señales al cerebro con la repetición incorrecta.
¿Conoces más gente que haya experimentado este problema del olfato?
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