Seguro que has escuchado acerca del poder de un buen baño purificador, pero ahora te hablaremos sobre el baño de descarga y la razón por la que se está convirtiendo en un ritual tan popular.
Un baño de purificación puede despertar la intuición, eliminar el estrés, la ansiedad y armonizar la energía vital. Pero si estás experimentando pesadez, cansancio y enfermedad sin razón aparente, tienes que ir al siguiente nivel.
Un baño de descarga, como su nombre lo dice, sirve para limpiarnos de vibraciones bajas, para descargar energías densas y proteger al cuerpo frente a los malos espíritus.
Disfruta de todos sus beneficios | Foto: Pexels
¿Cómo hacer un baño de descarga?
Para bloquear la envidia y como parte de los rituales para recoger los efectos de la brujería, se solían realizar baños de descarga en el mar o bajo cascadas de agua cristalina. Simbolizaban la transmutación espiritual y aquella limpia renovaba la energía.
En la actualidad, se conserva el uso de la sal gruesa en los baños, pues cuando entra contacto con el agua, químicamente hablando, se convierte en un conductor energético. El efecto es inmediato y se potencia con algunas hierbas.
Limpia con tus manos del cuello hacia abajo | Foto: Pexels
Este tipo de baños son una forma de magia verde fácil de aplicar. Sigue este paso a paso:
- Pon a hervir de 1 a 5 litros de agua, esto depende de cómo harás tu baño. Añade un puñado de sal gruesa y hasta 3 tipos de hierbas (ruda, salvia, lavanda, romero…) fresca o seca.
- Una vez que el agua haya hervido, apaga el fuego y deja que repose unos 10 minutos. Ahora, vierte el contenido del baño sobre tu cuerpo o en una tina y realiza movimientos como si estuvieras limpiando desde el cuello y hasta la punta de los pies.
- Ve pensando en todo aquello que quieras depurar, en quienes te hayan hecho daño y en los ambientes de los que ya no quieres formar parte. Puedes rezar un Padre Nuestro.
Puedes usar hasta 3 hierbas espirituales | Foto: Pexels
El agua no se aclara, deja que seque naturalmente o seca a pequeños toquecitos con una toalla. Hacerlo a la luz de las velas o con un sahumerio y descansar después del baño es un plus.
Prueba la efectividad y el poder de este sencillo ritual.
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