“Hasta que la muerte nos separe” es una frase que va mucho más allá de los votos matrimoniales, pues hay parejas a las que ni la muerte las separa. Hay parejas que mueren en horas tras una vida entera juntas y esta es la razón por la que una relación nunca acaba.
No son pocos los casos de parejas que se fueron juntas o casi juntas, de quienes fueron tan buenos compañeros de vida que soportaron estar en esta dimensión sin su tal para cual.
Diario de una pasión o The Notebook, una de esas películas que amamos, retrata esta escena cuando Noah y Allie son encontrados muertos después de haber pasado juntos la noche anterior.
El dolor, a veces, es insoportable | Foto: Pexels
La razón por la que hay parejas que mueren en horas tras una vida entera juntas
20 minutos o 2 días después de la muerte de uno de los cónyuges se va el otro y los expertos hablan de codependencia, una soledad insoportable y hasta la elección por no seguir viviendo.
Hay que decir que suele suceder cuando la pareja estaba estrechamente unida y, generalmente, son personas de edad avanzada sin expectativas de futuro. Cuando una persona ve que su compañero se va, se desconecta.
De alguna forma se decide no vivir más | Foto: Pexels
El psicólogo clínico experto en adultos Esteban Cañamares, explica que el ser humano tiene la capacidad de esforzarse más allá de lo fisiológicamente recomendable, sin embargo, cuando se percibe que el esfuerzo ya no es necesario, el cuerpo se desvanece.
El organismo cae presa de cualquier enfermedad en muy poco tiempo porque la persona no quiere esforzarse más y el cerebro capta la señal. Puede ocurrir horas, días y hasta un año después de la muerte de la pareja.
Sí es una cuestión de amor, pero también de dependencia | Foto: Pexels
El psicólogo Cañamares dice que también puede pasar entre amigos muy cercanos, incluso familia, como una madre y un hijo. Y aunque es poco común que suceda en la primera mitad de la vida, también hay casos.
No es que no se pueda enfrentar el duelo, es que no se quiere atravesar. Aunque suene duro, es una decisión más o menos consciente que la persona que se queda toma, está cansada y se va también.
Una relación que no termina nunca parece ser mucho más que un cuento de hadas.
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