Mini guía para saber qué tipo de piel tienes y qué cuidados necesitas
No importa si consigues el producto de belleza mejor valorado por los expertos en el...
No importa si consigues el producto de belleza mejor valorado por los expertos en el área si no sabes qué tipo de piel tienes. Es necesario para elegir el tratamiento apropiado que tu cutis necesita. Esta guía te será de gran ayuda.
Y es que, aunque hay opciones para “todo tipo de piel”, conocer tu cutis te permitirá mejorar su aspecto y retrasar el proceso de envejecimiento. Por ejemplo, tratar a una piel grasa como piel normal puede traer consigo dermatitis, inflamación y hasta agrietamiento.
Un remedio a base de vinagre de manzana puede ayudarte a eliminar espinillas, pero solo si tienes piel grasa, de lo contrario, puede causar quemaduras, irritaciones y hacer que la piel luzca marchita.
Analiza tu piel con la cara lavada | Foto: Pexels
¿Cómo saber qué tipo de piel tienes?
Podemos hablar de piel normal, grasa, mixta, seca y sensible, aunque hay que tomar en cuenta que puede ir cambiando con el tiempo, el clima y la salud en general. El tipo de piel tiene un origen genético y no hay uno mejor que otro, solo necesidades particulares.
Hay, por lo menos, dos maneras fáciles para descubrir tu tipo de piel:
- De cara lavada. Limpia y seca tu rostro. A continuación, tienes que esperar unos 30 minutos y, después, observar con mucha atención tus mejillas, barbilla, nariz y frente.
Si se siente tensa, probablemente se trate de una piel seca. Si notas un brillo notable en la nariz y la frente, es probable que tu piel sea normal o mixta. Y si también hay brillo en tus mejillas, seguramente tienes una piel grasa.
Todo tipo de piel necesita de hidratación y protección solar | Foto: Pexels
- Con papelillos absorbentes de brillo facial o papel de arroz. Toma el papel y da toquecitos en tu rostro (no frotes). Ahora, sostén el papel a la luz para evaluar cuánta grasa es visible.
Si es poca, lo más probable es que tengas un tipo de piel seca. Si recogió grasa de la frente y la nariz, entonces tu piel es normal o mixta. Y si la hoja está saturada de grasa, tienes justo una piel grasa.
Ahora bien, para identificar una piel sensible, no es necesario emplear ninguno de estos métodos, pues salta a la vista. Se caracteriza por estar enrojecida, irritada o tener bultos con frecuencia.
Una piel con imperfecciones y poros dilatados es grasa | Foto: Pexels
¿Cómo cuidar cada tipo de piel?
La piel normal no suele irritarse ni enrojecerse, así que acepta la mayoría de los principios activos de los productos de belleza. Aunque, por supuesto, debes usar una crema hidratante y un buen protector solar.
Por otro lado, la piel grasa, con poros dilatados y algunas imperfecciones, requiere de exfoliaciones suaves y mascarillas semanales. No toques los granitos ni los puntos negros para evitar marcas.
La piel mixta, con esa sensación grasa en la zona T (nariz y frente), requiere del uso regular de un limpiador suave y un humectante ligero. No podemos dejar de lado la protección contra los rayos UV.
Cuando se trata de piel seca, tensa, áspera o escamosa, los aceites, cremas y bálsamos faciales son clave en la rutina diaria. Un exfoliante suave también es uno de tus mejores aliados.
Y en el caso de una piel sensible, hay que evitar a toda costa limpiadores fuertes, productos con alcohol y fragancias. Utiliza siempre crema hidratante y protector solar sin importar si sales o no de casa.
La belleza está en priorizar la salud del órgano más grande del cuerpo: la piel.
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