Ningún padre quiere lastimar a sus hijos, pero dañarlos en algún momento y de alguna forma es casi inevitable. Aunque tus comentarios y actitudes pueden afectarlos, no todo está perdido, te contamos cómo consolar a tu hijo si perdiste el control y le gritaste duramente.
No hay manual para ser padres y, por más que ames a tus pequeños, eres un ser humano con miedos, frustraciones y, muy probablemente, expuesto a mucho estrés. Luego de un día pesado en el trabajo, las cosas podrían complicarse.
Puedes conseguir que tus hijos te obedezcan sin recurrir a los gritos, para ello hay que establecer límites a tiempo y hacerlo mediante la técnica de disciplina positiva. Sin embargo, que un día se te salga de las manos y levantes la voz es normal, no pasará a mayores siempre y cuando dediques tiempo a resarcir el daño.
Abrazar a tus hijos es muy importante | Foto: Freepik
¿Cómo consolar a tu hijo si perdiste el control y le gritaste duramente?
Papá y mamá se enojan, los niños deben tenerlo muy claro. En la medida en la que los padres se muestren vulnerables, abracen sus emociones, acepten sus errores y pidan perdón, los pequeños podrán comprender sus propias emociones y la relación con sus figuras de autoridad.
Si le gritaste sin querer, así puedes apapacharlo y explicarle la situación:
- Encárgate de ti primero: Debes aprender a gestionar tus emociones y calmarte antes de acercarte a tus hijos. Es válido pedirle a tu niño 5 minutos para respirar y, después, pregúntale si está listo para tener una charla.
- Ponte en su lugar. Lo que para ti pudo haber sido una frase inofensiva, para él podría significar un verdadero trauma. Tú eres más grande y más fuerte que un niño, pregúntate (y pregúntale después) cómo lo vivió.
Cuando estés más tranquila, habla con ella | Foto: Freepik
- Repara el daño. Agáchate y velo a los ojos, tengan una conversación solo si él también está listo. Comparte lo que sientes, ofrécele disculpas y pon sobre la mesa una o varias formas de resarcir el daño. Abrázalo.
- Fortalece su relación. Después del incidente, busca maneras de conectar con tu hijo. Los niños olvidan fácilmente, pero si le prometiste no volver a gritar, asegúrate de cumplirlo así tengas que buscar ayuda profesional.
Muéstrate vulnerable, pero también respetuosa con tus hijos.
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