Porque están pasando por una mala racha matrimonial o porque es época de ‘vacas flacas’, muchos papás posponen la celebración de los cumpleaños, pero no es buena idea. Estas son las 5 razones para que nunca dejes de festejar el cumpleaños de tu hijo.
Sabemos que no es que no te emocione que tu pequeñito haya llegado a este mundo y pasar un año más a su lado, pero tienes que hacérselo saber. Hay dos días que ama más que nada: Navidad y su cumple, tenlo en mente.
No tiene que ser una celebración fastuosa ni incluir una sesión de fotos con un profesional, para muestra la historia de la niña que festeja su cumpleaños con tres plátanos y una vela simulando un pastel porque sus padres estaban desempleados.
Es su gran día | Foto: Pexels
Nunca dejes de festejar el cumpleaños de tu hijo, recomiendan psicólogos
Cumplir años es lo máximo para los niños, es su día, el único que no comparten ni con sus hermanos ni con sus primos o compañeritos. Los pequeñitos necesitan poco para estar felices, así que deja de lado tus expectativas y festeja su llegada a este mundo.
Según los psicólogos, estas son las razones para hacerle un pastelito y asegurarte de que pida su deseo:
Celebrar es un regalo simbólico y para toda la vida | Foto: Pexels
- Fortalece su autoestima. De acuerdo con Magda Gerber, experta en crianza, el cumpleañero toma el papel de director en la celebración y se siente todo lo importante que es.
- Aprende sobre tradiciones familiares. Contribuyen a su desarrollo, pues lo ayudan a crear su identidad y personalidad.
- Comprenderá el proceso de crecer. Entiende sobre la evolución y el paso de los años, lo que hará mucho más fácil que, llegado el momento, puedan despedirse de mascotas y familiares.
- Crea recuerdos. Cuando sea más grande, verá las fotografías de sus cumpleaños y evocarán recuerdos felices.
- Fortalece sus vínculos. La fiestas les ayudan a tus hijos a socializar con otros niños, con sus familiares y cualquier otro invitado. También es importante que vayan a las celebraciones de sus amiguitos.
Ahora ya sabes por qué nunca debes dejar de festejar la llegada de tus hijos.
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