¿Por qué vestimos al Niño Dios el 2 de febrero? Este es el origen de la tradición
El 2 de febrero es una fecha muy importante para los fieles católicos, pues además...

El 2 de febrero es una fecha muy importante para los fieles católicos, pues además de comer tamales y atole, es el Día de la Candelaria, día en el que se ‘levanta’ al Niño Dios, se viste y se lleva a la iglesia, pero si no sabes de dónde viene esta tradición, hoy te revelaremos su origen.
De acuerdo con los creyentes, el Día de la Candelaria señala la fecha en la que la virgen María acudió al templo a purificarse y a presentar a su hijo 40 días después de su nacimiento, marcando así el final de las celebraciones navideñas. Este día se llevan a bendecir las velas o candelas que, según las creencias, simbolizan a Jesús como la luz de todos los hombres y de ahí proviene su nombre.
El número 40 es muy simbólico en la Biblia, pues fueron 40 días de diluvio, 40 años que el pueblo judío caminó por el desierto y 40 días que Moisés y Elías pasaron en la montaña, además de los importantes 40 días y 40 noches que Jesús pasó en el desierto.
Se trata de una tradición que no forma parte de la liturgia de la Iglesia, es realmente una tradición popular en nuestro país con la que los fieles buscan rendirle un homenaje, sin embargo, las autoridades eclesiásticas sugieren no “mortificarse de más” con este tema.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) México es el único país que tiene la costumbre de vestir al niñito Dios con ropa nueva. Este día, además de levantar al niño Dios también se deben guardar las figuras del nacimiento que se colocaron antes de Navidad.

| Foto: Instagram tiaminlopez/erick__o
¿Por qué vestimos al Niño Dios el 2 de febrero? Este es el origen de la tradición
Las investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señalan que la tradición de vestir al Niño Dios el 2 de febrero se remonta a la Edad Media pues se realizaba en el momento en el que las monjas tomaban sus hábitos religiosos.
Tal como indican las creencias, es en este día que el niño Dios fue presentado en el templo por sus padres, razón por la que los feligreses emulan ese momento al vestir a sus figuras representativas y así llevarlas a la iglesia.
De forma tradicional las vestimentas del Niño Dios eran elaboradas en casa y bordados a mano, sin embargo, con el tiempo y la mercadotecnia se han adaptado estos trajes tradicionales, aunque la iglesia señala que no tiene por qué ser un atuendo costoso o extravagante, sino digno, bello y de buen gusto.
Desde los años 50 en México comenzó la costumbre de vestir al niño Dios con un ropón blanco y acostado en un canasto rodeado de velas, pero con el paso del tiempo se ha ido vistiendo de otras advocaciones.
De acuerdo con algunas costumbres, el primer año el niño se viste de blanco, de bebé; el segundo año debe vestirse como el niño de las palomas y el tercero puede vestirse de cualquier representación de Jesucristo, sin embargo, el sitio especializado Desde la Fe señala que no importa cuántas veces se repita el mismo traje o si es costoso, mientras sea digno y esté limpio podemos usarlo las veces que queramos.
Aunque muchas personas prefieren hacer sus propios trajecitos o tejerlos, hay muchas tiendas especializadas en México que se dedican a vender estas prendas, eso sí, de acuerdo con la iglesia no hay que vestirlos de ‘cosas extrañas’ por más llamativo que nos parezca y en ocasiones, algunos fieles en su búsqueda de mostrar su devoción, gastan de más o usan atuendos extravagantes que en realidad podrían ir en contra de lo permitido, así que no te preocupes, menos es más, siempre y cuando se haga con dignidad y fe, además, no se deben vestir de santos, pues, de acuerdo con los expertos, son los santos quienes se quieren parecer a Cristo y no al revés.
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