Ignorar o burlarte de tus hijos es mucho peor que golpearlos, según psicólogos

Una crianza positiva ayudará a los hijos a ser adultos funcionales que no tienen que lidiar con traumas de la infancia; una de las principales recomendaciones de los psicólogos es no burlarte de tus hijos o ignorarlos, pues esto les podría traer consecuencias negativas en su desarrollo.

Quizá para algunas personas pueda ser gracioso hacer un comentario sarcástico o burlón con respecto a un error de los pequeños, pero dado que los menores apenas están conociendo el mundo y su cerebro aún no logra descifrar estos mensajes de comunicación, podría sentirse directamente agredido.

Burlarte de tus hijos e ignorarlos desde temprana edad es considerado como un tipo de violencia psicológica que repercute en el crecimiento de los menores; entre las señales más claras de que algo va mal es la presencia de baja autoestima, distanciamiento, comportamientos violentos, etc.

Actitudes como la famosa «ley del hielo» o portarte distante cuando te molestas con ellos a futuro puede crearles una sensación de apego emocional o de dependencia para sentirse aprobados -ya sea a nivel sentimental, escolar o laboral-; por lo que es muy importante tomar medidas para evitarlo.

Por otra parte, cuando les haces burla -incluso cuando son adolescentes- podrías detonar inseguridades que posteriormente requieren de un especialista. Habla sobre el peso, apariencia, capacidades o hacer comparativos puede repercutir de manera importante en los jóvenes en crecimiento.

¿Qué impacto tiene en sus hijos cuando les haces burla o los ignoras?

Los expertos comparan este tipo de comportamientos maternos o maternos con un golpe; incluso aseguran que hacer uso de la violencia física es igual de dañino que ignorarlos o burlarse de los pequeños.

De acuerdo con la asociación Guardianes Org, los niños tienen la necesidad de atención y de cubrir sus instintos básicos; en esta misión, la presencia de los padres es fundamental para no crear un trauma que posteriormente puede desencadenar emociones negativas como el estrés, la ansiedad o la depresión.

Burlarte de tus hijos puede ser un arma de doble filo si lo que buscas es que ellos se abran y te cuenten sobre lo que piensan o sienten; el primer paso para una crianza respetuosa es crear un ambiente de respeto mediante el cual sea posible una convivencia más sana que generará un vínculo y la confianza.

Una salud emocional pobre está ligada a los comportamientos tóxicos que un padre puede tener con sus hijos; antes de evitarlo, reírte de lo que piensa, burlarte de sus ideas o violentarlo a nivel psicológico, debes hacerte un examen de consciencia para conocer las razones por las que actúas por medio de este mecanismo de defensa.

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