Un piercing es una perforación realizada en el cuerpo con una aguja; se perforan con frecuencia las orejas, la nariz, los labios y el ombligo. Por supuesto, para mantener la salud de la piel hay que tomar ciertas precauciones, te contamos cómo cuidar un piercing recién hecho.
Y aunque tener un piercing se ha convertido en una moda, no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Hay que empezar por cerciorarse de que se está eligiendo una perforación por las razones correctas.
Además, es clave que la persona que te va a hacer el piercing sea un profesional que use instrumentos esterilizados para prevenir la transmisión de enfermedades como hepatitis B y C, tuberculosis, sífilis y hasta SIDA.
Es importantísimo que no toques tu piercing sin tener las manos limpias | Foto: Pexels
¿Cómo cuidar un piercing recién hecho?
Perforar las orejas de una bebé recién nacida es muy común, sin embargo, perdemos de vista que es un ser humano todavía muy vulnerable, no puede localizar su dolor ni cuenta con vacunas que la protejan, para prevenir el tétano por ejemplo.
Y aunque un adulto es capaz de cuidar de su perforación y está en mejores condiciones para soportar el dolor y el proceso de cicatrización, también debe tener ciertos cuidados. Entre ellos:
El tiempo de cicatrización es de al menos 6 semanas | Foto: Pexels
- La higiene es fundamental. Lávate bien las manos cuando vayas a manipular la zona, además, limpia el área con jabón neutro y jabón de forma efectiva, pero gentil.
- Retira las costras. Hay que humedecer la zona y retirar la costra con una herramienta suave, un hisopo idealmente.
Evita cremas perfumadas y cualquier tipo de alcohol | Foto: Pexels
- Seca la piel. No permitas que se genere humedad hasta que se cure por completo, así que seca la piel con una gasa esterilizada.
- No te quites el piercing. No lo hagas hasta que cicatrice. Además, elige idealmente un piercing de titanio puro.
- Evita las temperaturas extremas y el cloro. No es un buen momento para ir a la playa o nadar en una alberca, el cloro afecta la cicatrización.
Presume tu perforación, pero cuida primero de tu salud.
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